Los millennials no sólo son el grupo de consumidores más grande del mundo, sino que están desafiando la norma y alcanzando hitos de la vida como el matrimonio, la propiedad de la vivienda y los hijos mucho más tarde. En cambio, para muchos millennials, el primer paso en la edad adulta es tener una mascota. De hecho, el 44% de los millennials ven a sus mascotas como una práctica para el cuidado de sus futuros hijos, impulsando las proyecciones de ventas del mercado norteamericano de cuidado de mascotas, que alcanzará los 281.000 millones de dólares en 2023.
A medida que los consumidores gastan más en el cuidado de sus mascotas en cantidades sin precedentes, exigen productos de mayor calidad. El envase desempeña un papel fundamental a la hora de ayudar a las marcas a cumplir esos estándares más elevados y ofrecer la experiencia de alta gama que los consumidores esperan para sus mascotas.
A través de nuestra investigación y conocimientos del mercado, hemos descubierto que los siguientes atributos del envase son importantes para los consumidores cuando compran productos para el cuidado de las mascotas:
Llamamiento del primer momento de la verdad
La gente compra para sus mascotas igual que para sí misma, lo que suele empezar por los ojos. Al pasar por los pasillos de champús, soluciones de limpieza y alimentos para mascotas, la diferenciación en los estantes es importante para distinguir el producto de una marca de sus competidores, al igual que ocurre con los productos de cuidado personal de los consumidores. Esto explica por qué la premiumización es una tendencia creciente en la comercialización de productos, ya que el 35% de los propietarios de mascotas de Estados Unidos buscan más opciones de productos premium para sus mascotas(Stylus Reports, datos de la APPA de 2017). La premiumización a través del envase, incluyendo el etiquetado, la forma y el color del envase, es una estrategia probada para detener a los consumidores en su camino.
Fiabilidad y rendimiento
Sin embargo, no sólo es importante que el producto tenga un buen aspecto, sino que debe aportar un valor real a la experiencia del usuario. De hecho, características como el diseño ergonómico pueden ser más imprescindibles en el cuidado de las mascotas que en el de los humanos. Imagínese a Fido resbalando a la hora del baño: usted lo maneja con una mano, mientras intenta destapar el bote de champú y dispensar el producto con la otra. Aquí es donde los agarres táctiles, las ranuras para los dedos y los cierres que se abren fácilmente con el pulgar pueden marcar la diferencia en la experiencia del consumidor con su producto. Otras características, como las bombas dispensadoras que se bloquean en la posición superior o inferior, los pulverizadores de niebla fina que rocían fórmulas de alta viscosidad sin comprometer el rendimiento o los pulverizadores de gatillo con características de resistencia a los niños para mantener la seguridad de la familia, contribuyen en gran medida a elevar la percepción de su marca por parte del consumidor.
Más opciones sostenibles
La sostenibilidad y los envases sostenibles siguen siendo un importante factor de decisión de compra para los consumidores, especialmente los millennials. Datos recientes muestran que los millennials son los más propensos de todos los grupos de edad a pagar más por los envases sostenibles, hasta un 30% más. Pero, como todos los demás elementos de diseño, la sostenibilidad no puede ser el único atractivo. Una combinación de reciclabilidad y diseño robusto, es decir, un atractivo en el estante y un rendimiento óptimo, deben estar presentes para impulsar la compra repetida.
Después de examinar todos los datos e investigaciones disponibles en el mercado, junto con nuestras propias ideas, hay una conclusión clara: cuando se trata del cuidado de las mascotas, los consumidores comparten muchas de las mismas expectativas para los productos de cuidado de las mascotas que para sus propios productos de cuidado personal. El atractivo de los estantes, el rendimiento y la sostenibilidad siguen encabezando la lista a la hora de tomar decisiones de compra tanto para las personas como para sus mascotas.