¿Le ha parecido que los pasillos de su tienda de comestibles se acercan a usted?
Puede que la sensación no sea sólo mental. En las últimas décadas, las tiendas de comestibles han pasado de tener aproximadamente 7.000 artículos a más de 50.000, según MarketWatch.
Con tanta competencia entre categorías de productos, es fácil ver por qué la diferenciación de los productos se ha vuelto tan importante. Y en un caso, la mejora del diseño de un producto no solo mejoró la diferenciación en las estanterías, sino que también llevó a elevar el precio máximo de la categoría.
Un cliente nuestro necesitaba un nuevo actuador a medida para su producto ambientador en aerosol. Su producto existente tenía éxito, pero se encontraba en el punto medio de precio de la categoría, con 1,45 euros por unidad de 300 ml (0,48 euros/100 ml), por debajo del tope de la categoría de 2 euros. Gran parte de este éxito se debe a su pulsador estándar, similar al de casi todos los productos de la categoría.
El diseño centrado en el cliente es fundamental para la diferenciación del producto. A pesar de lo común que son los pulsadores, no siempre son ergonómicos. Debido a la forma en que la gente sujeta el bote y coloca el dedo índice en el botón, sus dedos se ven obligados a trabajar de forma independiente unos de otros. Esto provoca una tensión adicional en el dedo de la aplicación, lo que dificulta su uso durante un periodo prolongado de tiempo.
En su lugar, nuestro equipo de diseño desarrolló un accionador de gatillo que permitía una rotación de la muñeca más neutra y que los dedos trabajaran juntos al aplicar la presión. Además, el gatillo y el faldón personalizados dieron al ambientador un aspecto premium más fuerte.
Tras el rediseño del ambientador, el producto superó a sus competidores y elevó de hecho el precio máximo de los ambientadores en aerosol en su mercado. El producto rediseñado con un actuador centrado en el cliente se vendió a 2,95 euros por unidad de 275 ml (1,07 euros/100 ml), lo que supone un aumento del 123% respecto al modelo anterior y casi un euro más que el límite de precio existente en la categoría. Además, el producto rediseñado ha provocado un aumento de las compras repetidas.
La pregunta del millón para prácticamente todas las empresas es: "¿Cómo podemos conseguir que nuestros clientes paguen más por nuestro producto?"
A veces, no se necesita una nueva fórmula o producto, sino un nuevo diseño que ponga al cliente en primer lugar.