Para los consumidores de aerosoles, el actuador es a menudo la parte más olvidada del envase del producto. Aunque reconocen que el actuador es el componente que dispensa el producto, no muchos son conscientes de que el actuador también controla la finura de la pulverización, la cantidad de producto que se dispersa e incluso cómo se aplica el producto.
Dado que el actuador controla los matices de la dispersión de un producto -desde la longitud de la pulverización hasta el tamaño de la niebla y la forma de sujetar la lata-, el actuador puede marcar la diferencia en la experiencia del usuario final con un producto. Por ello, hay que tener en cuenta muchas cosas a la hora de desarrollar el actuador, ya que controla gran parte de la función y la experiencia.
Para obtener el mejor resultado posible para su producto y aplicación específicos, he aquí cinco factores de diseño del actuador que debe tener en cuenta:
1. Uso final/aplicación
Los generadores de aerosoles se utilizan para una amplia gama de productos, desde el hogar y el jardín hasta los productos de belleza y cuidado personal. El mejor punto de partida en el proceso de diseño es tener en cuenta el uso final. Por ejemplo, ¿va a utilizar el consumidor el actuador para rociar el producto hacia sí mismo y, más concretamente, la aplicación está pensada para todo el cuerpo o sólo para una zona específica como la cara o las axilas? ¿Se utilizará el producto sobre una superficie o se pulverizará en el aire? ¿Qué área de cobertura se espera: el consumidor querrá una pulverización específica o la niebla tendrá que cubrir una zona más amplia? En cada uno de estos casos, hay un diseño de actuador que es el más adecuado para cada aplicación.
2. Duración del uso
Otro factor importante es la duración del spray. Los sprays de acción rápida son mejores para cosas como la aplicación de desodorantes. Sin embargo, un consumidor puede querer que el spray tenga una duración más larga si estuviera aplicando protector solar en todo su cuerpo. Un spray de mayor duración sería más adecuado para aplicar pintura o una laca en spray para el acabado de un proyecto de carpintería. Los pulsadores funcionan mejor para aplicaciones rápidas y específicas, pero para los productos que necesitan una mayor duración de la pulverización y mayores áreas de cobertura, un pulsador de gatillo es más eficaz.
3. Ergonomía
El uso final, la aplicación y la duración de la pulverización desempeñan un papel esencial a la hora de determinar la ergonomía del actuador. La ergonomía se diseña teniendo en cuenta estos factores, ya que el movimiento final dicta la forma en que el usuario debe sujetar el actuador y la posición más cómoda y eficaz para lograr el resultado deseado. Tomemos por ejemplo un producto como el ambientador. Históricamente, los ambientadores contaban con una lata de aerosol con un pulsador que se accionaba presionando el botón de pulverización con un solo dedo mientras se utilizaba el resto de los dedos y la mano para agarrar la lata. Desde el punto de vista ergonómico, este método de accionamiento requiere una rotación pronada de la muñeca, y los dedos deben trabajar de forma independiente, lo que dificulta la aplicación de fuerza para accionar el producto y sostener la lata al mismo tiempo.
Teniendo esto en cuenta, evolucionamos la experiencia del ambientador hacia una que permite una posición más cómoda de la mano al pasar a un actuador de aerosol con gatillo. El aerosol accionado por el gatillo permite maximizar el área de contacto entre la mano y el actuador, reduciendo la fuerza de agarre necesaria para dispersar el producto y permitiendo que los dedos trabajen juntos para accionar el gatillo. Además, hemos comprobado que la integración del accionador en la lata mediante la adición de un faldón alargado permite un mejor agarre y da un aspecto y una sensación de mayor calidad al producto en general.
Diferenciación a través de la ergonomía: pulsador frente a gatillo:
Rango de movimiento de los aerosoles accionados por botón frente a los accionados por gatillo:
4. Tamaño de la lata
El tamaño y la forma de la lata de aerosol también deben tenerse en cuenta a la hora de decidir el actuador. Los botes cortos y estrechos, debido a su menor tamaño y peso, se pueden sujetar más fácilmente durante el accionamiento y, por lo tanto, se benefician del sencillo accionador de botónstyle , como se muestra en la imagen anterior. Por el contrario, las latas más altas y anchas, que son más voluminosas de sujetar, se adaptan mejor a los actuadores de gatillostyle .
5. Diferenciación de la marca
Por último, el diseño del actuador influye en el aspecto general del producto final. Elementos de diseño como el color, la forma y el gatillo style pueden indicar a los consumidores el precio y la calidad del producto. Los pulsadores son estándar y omnipresentes, lo que indica al cliente final que se trata de un producto básico de bajo coste. Colocado en un estante junto a un producto en aerosol con un gatillo o actuador de palanca integrado en la lata y con una forma personalizada, los consumidores perciben un producto de mayor calidad que tiene un precio superior al del actuador de botón estándar. De hecho, al cambiar a un accionador de aerosol de alta calidad, un cliente de Silgan Dispensing consiguió un aumento del 123% en el precio de venta al público con respecto a su aerosol con accionador de botón estándar.
Los actuadores son el caballo de batalla de los productos en aerosol. No sólo son la parte del aerosol con la que más interactúan los consumidores, sino que también son aquello en lo que los consumidores confían para dispersar el producto y realizar el trabajo que necesitan. Los actuadores pueden influir en la experiencia del consumidor y en su percepción del producto desde el momento en que lo ve en el estante de la tienda hasta la última pulverización del producto. Si tiene en cuenta estas cinco consideraciones a la hora de elegir un actuador, contribuirá en gran medida a lograr la experiencia del consumidor que su marca pretende y, en última instancia, a que su cliente repita la compra.